Ya estamos en la recta final del año y los nervios por el cambio nos envuelven. Pensar en lo vivido en el 2016 que termina y pensar qué queremos conseguir en el nuevo 2017 que está a punto de empezar, me hace estar con cosquillas constantes en el estómago.
Tarde otoñal con lluvia y en pareja…ya se nos caía la casa encima de tanto encerramiento mañanero. Así que un paseo por algunas tiendas y un café calentito en un lugar confortable mientras nos contamos como coordinarnos la próxima semana, es un buen plan.
Y sigo R con R con el punto y el encaje…cuando me da por algo llego a tener obsesión enfermiza.
Hay prendas con las que una se identifica, tienen algo que nos encanta y que nos hace sentir bien cuando las llevamos. A mí me pierde el encaje combinado con el punto en un look y si hay una prenda que ya hace por mí la simbiosis, ¡yo no me resisto!